“No pienses que el poder que sustentas, es solamente aquel que usas cotidianamente. El poder que utilizas regularmente es como la pequeña parte visible de un iceberg. “
Desde esta perspectiva, no es mala idea enfrentar los desafíos de la vida como una oportunidad para vislumbrar y desarrollar nuestro potencial. El sentimiento de triunfo será conmensurable con la dificultad.
La experiencia emigratoria constituye un desafío colosal y los logros, grandes o pequeños nos irán revelando la medida de nuestra potencia. No es que sea necesario emigrar para descubrir una nueva medida de nosotros mismos, pero todo aquello que acontece y nos conmueve en nuestros lugares de origen, se suma a las exigencias que nos impone la vida en otro lugar.